viernes, 12 de mayo de 2017

Poesía, te escapas de mis manos

Poesía, te escapas de mis manos:
Me tientas la boca,
me acaricias detrás de los oidos,
me miras a los ojos y te vas.

¡Ay, Poesía! te están buscando mis manos,
y encuentran tus huellas
regadas sin austeridad
en sus pies y pantorrillas.

Poesía, ¡ya saben mis manos donde estás!
están en su cintura, tus mejores tercetos
y en toda su piel tus mejores cuartetos.
En su boca, en su sonrisa: tu magia y tus secretos.

Publicado originalmente por Leonardo Brainstorm.

jueves, 6 de abril de 2017

Nuestros héroes están muertos

Actualizado en: 6 de mayo de 2017
Capítulo actual:  I (interrumpido)


0. Aquiles Vargas

Parece que el final hubiera llegado
aunque el sol apenas acaba de salir.
Y el calor crece y golpea nuestras caras,
y extrañamos la niebla, el frío y la oscuridad. 
Y mi voz grita en medio de la selva,
sin que yo sepa si me alivia o me aterra
saber que hasta mi último suspiro seguirá gritando.

Jamás hubo dolor en mi pecho o mi aritmética,
mas fuerte que amor envuelto en un abrazo.
Y los brazos ahora me pesan al alzarse,
y mis manos reniegan al decir hola o adiós.
Y el espectro de la muerte sopla en mis ojos,
sin que yo pueda evitar caer de rodillas
sobre un piso en el que queman ansias de vida.

Siento mi sien buscar las altas palabras
que me tomen del hombro y me levanten.
Y recuerdo la súbita ausencia de los profetas,
y el verde que sobre sus tumbas desvanece.
Y mis pies no saben si correr e irnos,
sin que importe ya de más llegada la hora
en la que es la tierra quien tirados nos deja.

Nos trasnochaban los cantos de las hojas,
pero los relámpagos les quemaron las patas.
Y el mañana prendía su luz incendiando su hogar,
y nuestras voces apagaron canciones y poemas.
Y nos queda la esperanza de que el cielo exista,
al menos para saber que un gris infierno
no es el único absoluto que este universo admitía.

I. Minerva Bustamante

El universo tiene distracciones,
y apenas alzas la mirada empieza.
Aunque crees tu corazón alimenta,
solamente te atiborra de ilusiones.

Malaventuradas sean tus pasiones,
y las falsas verdades que nos sesgan.
No encontraremos en las bibliotecas
libros ya hechos que nos den las razones.

No creas en relatos enlatados
ni en la voz de espíritus o de sombras
sin verbo en la tierra reflejado.

Tampoco recites palabras sordas
salidas de  algoritmo generado
sin aliento húmedo de personas.